
Verano de 1960; Erwin Flores vivía en el distrito de San Isidro, cerca de la tienda Sears y estudiaba en la GUE (Gran Unidad Escolar) Alfonso Ugarte. Pancho y Rolando estudiaban en la GUE Melitón Carvajal y también eran de Lince. En ese centro de estudios tenían la mejor banda de música escolar, dirigida por el profesor Smith, hermano de la mítica y malograda Lucy Smith, protagonista de un poderoso vals que cantaban Los Embajadores Criollos. Por su parte, César Castrillón estudiaba en el Rímac, aunque paraba siempre en el barrio. El distrito de Lince era en ese entonces el epicentro del rock en el Perú: en las mismas calles se cruzaban chibolos que a la vez eran integrantes de Los Belkings, Los Mad´s, Los Zanys, Los Steivos (Soviets al revés) y muchas otras bandas.
En un principio no paraban con Rolando. La primera vez que César, Pancho y Erwin se encontraron fue en un parque (Se habían escapado del colegio), César estaba tocando un rondín y tenía una voz muy melódica. Pancho lo acompañaba tocando el ritmo en un automóvil con un par de palos que hacían la vez de baquetas. Erwin los miró sorprendido, se acercó y, cuando acabaron de tocar, entabló conversación. Descubrieron una mutua obsesión por la música, pero Erwin no tenía el talento de los otros dos, sólo interés, actitud e hiperactividad. Pronto empezaron a frecuentarse, Pancho trajo a Rolando y comenzaron a reunirse en su casa para escuchar música. En el año 1962 Erwin se fue a estudiar agronomía en Brasil y aprendió torpemente algunos acordes de guitarra. Como no podía hacer punteos decidió continuar siendo segunda guitarra. Regresó a Perú en 1964 con una guitarra eléctrica en su equipaje y con todas las intenciones de formar una banda de rock & roll (Lo que no tenía en talento melódico lo tenía en ritmo, pero a lo bestia). Se reunió con Pancho y César y se dedicaron a conseguir equipo para tocar. Para empezar, con los amplificadores no tuvieron problemas. El padre de Erwin importaba equipos electrónicos y se los vendía a compañías pesqueras y a radioaficionados. Los amplificadores caseros de 50 watts que le consiguió a su hijo estaban hechos para manifestaciones, lo que definió por completo el impactante sonido de la nueva banda. Una mañana, los tres amigos fueron al almacén del señor Flores y se llevaron cargados los amplificadores hasta Lince. Como era técnico, el padre de Erwin se los arregló. Le puso unos twiters a los parlantes que mejoraron el sonido, aunque no demasiado. Las guitarras y el bajo eran Fender. Las compraron en Sterling, una tienda de la avenida Larco, pero de sus instrumentos lo que resaltaba era una batería Roxy, con unos tomtones que alucinaban al personal del barrio que empezaba a frecuentar sus ensayos.
Paralelamente, Rolando Carpio guitarreaba con Frank Privette – líder de Los Steivos- en los portales de Lince; era mucho más técnico que ellos –de los cuatro era el único que sabía leer algunas notas-, pero aceptó tocar en el grupo porque tenían equipos (este factor es muy importante para un músico y no tiene nada de interesado, ya que le permite una estabilidad en su desarrollo. Al fin y al cabo, los Rolling Stones aceptaron a Bill Wyman porque tenía amplificador de bajo propio). Rolando era la pieza que faltaba para lograr la química necesaria en toda banda de rock. Aún no tenían nombre, pero pronto Erwin llegó a un ensayo con una propuesta brillante: que se llamaran "Los Sádicos". Como era demasiado directo, y en aquel entonces ya existían los relojes Seiko, le volaron la "D" y quedaron como Saicos. De esa manera, jugaban además con la fonética de la palabra inglesa psycho, tan importante para entender aquella época.
El que tenía voz más entonada era César "Papi" Castrillón, pero no podía cantar y tocar bajo a la vez (..es algo muy difícil) porque recién estaba aprendiendo. Por eso, poco antes de sus primeras actuaciones, comenzaron a ensayar ocasionalmente con un amigo del barrio, un sujeto apellidado Ballón, que cantaba en uno de los innumerables grupos de Lince llamado Los Belton´s, imitaba a Elvis y no le parecía bien cantar en castellano. Lo cierto es que la influencia de los Teen Tops y Enrique Guzmán estaba menguando y los más rockeros abandonaban el castellano. La presencia paralela de la beatlemanía y de la Nueva Ola hizo que, para diferenciarse, muchos rockeros peruanos creyeran que cantar en inglés era la quintaesencia del purismo, es decir, exactamente lo contrario a lo que pensaban los subtes a principio de los 80.
Los Saicos estuvieron en medio de esa disputa por el idioma que se debe utilizar para rockear. Y tomaron una importante decisión estética al cantar en castellano y de esa manera, es decir, gritándolo. En ese sentido hay que decir que de las 12 canciones que se conservan sólo dos son en inglés, y además son temas de temprana composición: Come On y Lonely Star.
A fines de 1964 los cuatro Saicos se presentaron una noche en el Negro-Negro (la legendaria boite del Centro de Lima que fue inmortalizada por Mario Vargas Llosa en su novela Conversación en la Catedral), cuando ya eran semi-famosos. Entre el público se encontraba Juan Gonzalo Rose y otros conspiradores del lenguaje. El finado Troglodita, que en esa época se hacía llamar solamente Jean Paul (su nombre real es Enrique Tellería) cantó esa noche con Enrique Pastor en la guitarra. Ahí fue cuando se conocieron y empezaron a frecuentarse. Luego, Enrique Pastor sería baterista de Los Steivos, cuando Rolando Carpio ya se había retirado completamente de esa banda. Aquella noche en el Negro-Negro los Saicos comenzaron a tender las redes. Por un lado conocieron el ambiente literario limeño y ganaron un buen amigo: el poeta Juan Gonzalo Rose, a quien comenzaron a visitar en su oficina, además de volver a cruzarse en cantinas. Por otro, empezaron a parar con los rockeros que en aquel entonces hacían la música más interesante: gente de los Steivos, el Troglo. Poco tiempo después empezarían a verse también con los Golden Boys y con unos jovencísimos Shain's. También establecieron contacto con gente que hacía una música más melódica como Los Dolton´s, o con nuevaoleros como Danny Valdy (nombre artístico del economista Dennis Falvy), Kike Martino, Enzo Roldán y Pepe Cipolla.
El hermano de Erwin (que fungía a la vez de manager), había convencido a Vlady Artieda, un discjockey bastante popular de Radio El Sol para que la banda tocara en el festival CACODISPE (Cadena de comentaristas de discos del Perú) en el cine Tauro a manera de debut oficial. Era una oportunidad muy importante: iba a estar todo el periodismo peruano de espectáculos. Inmediatamente el grupo se puso nervioso y se prodigó en excusas. Le dijeron a Harry que no podían tocar porque Ballón (con quien nunca tocaron en vivo y no fue un quinto Saico ni mucho menos) no había ensayado con ellos, no estaban listos y el festival se venía en dos días. Harry, asado, les respondió muy peruchamente:
-"OK, Erwin, tú gritas, que al menos te sabes las canciones, y a la qué chucha".
Y Erwin se convirtió en el frontman de la banda y sus pocas cualidades musicales derivaron en actitud volcánica, entonces edificaron su leyenda urbana, la más sólida que en las últimas décadas ha visto Lima.
En CACODISPE se reunía la industria entera (radio, TV, discos) para premiar a los mejores artistas y productores del año. El grupo todavía no estaba del todo listo, pero tenían cojones. Se presentaron con el único tema bien ensayado, Come On (que escuchado hoy tiene un sonido similar al del segundo LP de la Velvet Underground, disco revolucionario grabado en 1967), cuando terminaron de tocar su única canción, el auditorio quedó estupefacto. Un silencio de muerte cayó sobre la platea. Nadie movía un músculo. Los músicos sintieron el fracaso en el ambiente. De pronto, un rugido de aplausos y gritos se levantó en el teatro.El éxito atronador de la primera presentación de Los Saicos en el festival CACODISPE tuvo resultados imprevisibles: Por un lado, la enamorada de Erwin lo abandonó porque se dio cuenta de que era un forajido y muchos amigos del colegio y del barrio dejaron de hablarles y les hicieron la ley del hielo (Jha!). Pero a la vez se les acercó una bella chica beat de 21 años que trabajaba como gerente y administradora del sello discográfico Dis Peru. Rebeca Llave -entonces toda una chibola bien taipá- apostó desde el primer momento por ellos, los mimó, comenzó a frecuentar sus ensayos y les hizo un contrato en el que les pagaban un sol por disco vendido. En uno de sus ensayos, comenzaron a tocar un tema que hacían solo para divertirse, pero a Rebeca le encantó y los convenció para que lo grabaran. Fue su éxito más grande y llegó incluso al público no entendido. "Demolición" tiene una letra anarquista y está inspirada en el surf pero se ha convertido en el himno nacional para todos los peruvian rockers.
Las grabaciones a las que les sometía Rebeca Llave eran terribles. Se amanecían en el cine El Coloso, de La Victoria, con ingenieros que no sabían grabar instrumentos eléctricos. Estaban acostumbrados a las guitarras acústicas de los músicos de valses criollos y a las quenas de los folkloristas. Cuando metían los amplificadores se armaba un escándalo. Ponían el micro al parlante de la guitarra y se producía una distorsión terrible. Entonces anulaban los amplificadores y los conectaban directamente a la grabadora. En el momento preciso en el que registraban su sonido Los Saicos no escuchaban la música que tocaban, solo la batería en el fondo y tenían que tocar de memoria y ver luego qué había resultado. No había audífonos de ningún tipo y debían tocar todos juntos en vivo. Ni siquiera se grababa por pistas. Eran grabaciones prehistóricas, y el sonido resultante era obviamente prehistórico, cavernícola;
Estar con una disquera les permitió un mejor trabajo de promoción y de contactos. Los Cinco Latinos, (de Argentina) acompañando a su cantante solista, Estela Rabal, se convirtieron en padrinos de la banda al llegar a Perú. En la misma conferencia de prensa estaban también Los Saicos. Era el verano de 1965 y el sudor pegaba los uniformes a sus cuerpos. Les propusieron ir a tocar a Argentina cuando se hubieran afianzado en el Perú.
Cuando acabó su contrato con Dis Perú, pensaron que una compañía más grande les sentaría bien. Fue el principio de una serie de desaciertos que los condujeron al fin y ya en el verano de 1966 Erwin se casó y tuvo una hija llamada Tabatha, como la hija de Elizabeth Montgomery en Hechizada. Sus padrinos de matrimonio fueron Pablo de Madalengoitia y Fernando Casán conductor y director del programa Cancionísima, respectivamente. Antes de la boda, Erwin paraba todo el tiempo con Pancho, César y Rolando, pero su nuevo estado civil empezó a separarlos. El Chino Carpio acababa de terminar su carrera en la UNI, era ingeniero y quería dedicarse a su profesión. Para ese entonces la fama se les había subido a la cabeza y nadie quería dar su brazo a torcer. En marzo de 1966 repentinamente se acabó el grupo. No hicieron concierto de despedida ni ninguno de los miembros volvió a tocar en otra banda de rock que destacara. El único que volvió a grabar fue Erwin que hizo un 45 que jamás fue editado en un pequeño sello de Lima. La canción tenía su actitud habitual. Se llamaba "El Mercenario", y las radios no quisieron ponerla porque era demasiado agresiva.
En 1971 Erwin viajó a Estados Unidos. Empezó a cantar en bares mientras estudiaba física. Luego se puso a trabajar en la NASA en el transbordador espacial… Sólo estaba continuando su carrera… En 1980 César "Papi" Castrillón también emigró a Estados Unidos. Empezaron a ensayar en casa y a tocar música melódica para los amigos en la ciudad de Washington. Como tantos inmigrantes y exiliados, ignoraban saludablemente el Perú… En 1995 Erwin grabó un disco de salsa y ritmos tropicales llamado "Caramelo". El vinilo nunca llegaría a editarse porque la compañía discográfica juzgó que Erwin era demasiado viejo para promocionarlo. Los Saicos estaban incomunicados y nadie sabía de ellos -ni músicos ni fans-, lo que los convirtió en una leyenda urbana. En los 80 "Demolición" se erigió en el himno del Rock Subterráneo. Los primeros en hacer un cover fueron Kola Rock –con el finado Edgar "Killowatt" Barraza en la primera voz – , luego Leuzemia, en 1984 y en los 90´s el grupo Voz Propia también realizó el respectivo cover. La semilla de Los Saicos había florecido veinte años después, pero pocos habían escuchado las versiones originales. Los 45s de los Saicos fueron imposibles de encontrar hasta que en los 90 ElectroHarmonix editó en España un disco de vinilo donde aparecían todas sus canciones. Pronto se lo pudo encontrar en Perú pirateado en CD (y ahora puede bajarse de Internet).
Reaparecieron en Lince y hasta fueron condecorados .-
No paseaban en auto sicodélico ni se alimentaban de carne humana para poder seguir componiendo, Los Saicos reaparecieron en Lince 40 años después como parte de las celebraciones por los 70 años del distrito. En 1999 explotó la saicomanía, el sello discográfico Electro Harmonix reeditó en España los seis singles de Los Saicos, en vinilo, bajo el título de "Wild Teen Punk From Perú 1965: Los Saicos". El mundo entero volteó la mirada hacia Sudamérica y nadie lo podía creer. Incluso hay algunos que dicen que Los Saicos eran Argentinos o Colochos, nicagando..son más peruanos que la coima. Ellos fueron una de esas bandas únicas, que parecen adelantadas a su tiempo. Sus canciones fueron hechas hace cuarenta años atrás y aún siguen proyectando toda esa energía peligrosa y eso es algo que sólo las grandes bandas pueden hacer.
Los propios integrantes de la banda no salían de su asombro cuando encontraban en alguna página de internet referencias a la banda que formaron en un efímero momento de su juventud. En el país no se conocía mucho de sus historias, y menos aún de sus paraderos. Lo cierto es que se reencontraron en el 2005. El único que no estuvo presente fue Rolando Carpio, quien falleció de un ataque cardíaco en enero de ese mismo año. El "Chino" era ingeniero de sistemas y, ya retirado de la música, tenía una oficina en el mismo Lince que lo vio atravesar madrugadas guitarra al hombro. Su muerte pasó casi inadvertida para los medios nacionales, pero su recuerdo permanece vivo en el corazón de quienes aún hoy vibran escuchando sus magníficas canciones. En su lugar estuvo su hijo.
El alcalde del distrito los condecoró por ser la primera banda en tocar temas propios, y rebautizó una Bodega que quedaba en la esquina de la misma Calle Miller como la "Bodega Demolición".
“En nuestra más loca imaginación, nunca hubiéramos podido suponer que se nos iba a otorgar este extraordinario honor. Este honor no nos lo están dando a nosotros en este momento, sino a cuatro jóvenes de 1965 que expresaron la cultura de Lince porque todo lo que nosotros hicimos reflejaba la cultura juvenil de Lince. Nosotros no la inventamos, nosotros la concentramos y expresamos (..)Mi mamá no me dejaba romper los platos.Y yo creo que ese fue un grito primal, lo he analizado varias veces: Es un grito primal que no tiene parada, no tiene sincopación, todo es hacia delante, no hay nada hacia atrás, no te paras en un segundo. Todo el mundo grita vamos a romper y todo el mundo rompe. Yo creo que todos sentimos la necesidad de desfogar esa cosa interna. En la época en que nosotros éramos rocanroleros, no éramos violentos, pero nuestra música era violenta..por eso que nos trajo James Dean, él quería ser malo pero era bueno. Así éramos todos, teníamos que gritar algo!..así que sigamos rompiendo la estación del tren”,, comenta con humildad Erwin Flores, luego de ser condecorado con la medalla de honor del distrito en cuyas calles Los Saicos se conocieron y escribieron los primeros acordes de la historia del rock peruano. -En la actualidad, Flores tiene una empresa con sucursales en varios países del orbe, y para estar presente en esta ceremonia tuvo que viajar a Lima desde el Congo-.

“Siempre pensamos que queríamos hacer una música con la que pudiéramos expresar la velocidad con que en ese momento vivíamos. Y vivíamos tan salvajemente que el amor lo convertíamos en Demolición”, recuerda César “Papi” Castrillón, el ex bajista de la banda, en alusión a la canción más popular que compusieron allá por 1964.
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